martes, 23 de marzo de 2010

En profundidad: el Gramófono

Esta semana calentamos motores con la entrevista al hermano bastardo del fonógrafo: ¡¡¡el Gramófono!!!



Lara y Adrián: Nos han comunicado que tras leer nuestra entrevista a Mr. Fonógrafo de la semana pasada, llamaste personalmente a nuestra secretaria para que hablásemos contigo, ¿es eso cierto?

Gramófono: Sí, sentía envidia de mi hermano bastardo. Pero le pagué 50 € a la secretaria para que no dijese nada.

L y A: Lo sabemos, nos fuimos a tomar unas cañas a tu salud. No perdamos más tiempo, que hemos quedado luego para… Bueno, no podemos decirte para qué.

G: Me da igual.

L y A: Sabemos que Mr. Fonógrafo nació en 1877 y que usted es el hermano pequeño de la familia, ¿en qué año nació?

G: Nací once años más tarde, concretamente en 1888.

L y A: ¿Quién fue tu padre? ¿El mismo que el de Mr. Fonógrafo?

G: No, que va. No compartimos padre. El mio fue Emile Berliner, quien a pesar de su nombre, no era francés sino alemán, y a los 19 años se trasladó a los Estados Unidos porque le hacía ilusión vivir dentro de la Estatua de la Libertad.

L y A: ¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a tu padre Berliner a engendrarte?

G: Sinceramente no lo sé, pero corren rumores de que mi padre tenía mucha envidia de Edison. Mi padre se dio cuenta de las limitaciones que tenía el fonógrafo y decidió mejorarlo, pudiendo así superarlo.



L y A: A pesar de haber nacido once años después ¿aportaste nuevas funcionalidades o simplemente se llevó a cabo una buena gestión del marketing?

G: ¿Marketing? ¿Cómo osas decir eso? Espero que Zeus te oiga y te lance un rayo directo a la pituitaria.

L y A: Perdone, tome un Tetrabrik de vino Don Simón y siga hablando.

G: Claro que yo era mejor. La principal diferencia con respecto a mi antecesor es que yo utilizaba unos discos planos fabricados con baquelita.

L y A: Espere, que se nos adelanta a la siguiente pregunta. No vaya tan rápido. Coméntenos un poco todas sus partes.

G: De acuerdo. Estoy formado por cuatro partes principales, además del disco: un plato giratorio, un brazo, una aguja y un amplificador. El plato giraba a velocidad constante (78 rpm) y sobre él se colocaba el disco. El brazo sujetaba una aguja que se posaba con suavidad y dulzura en el disco, detectando los surcos que en él estaban marcados y expandiendo su sonido por toda la sala gracias al amplificador.

L y A: ¿Cómo se conseguía grabar el sonido en esos discos?

G: Bueno, ya te he dicho como funciona, ¿no? Pues para entender cómo se grababan sólo hay que invertir el proceso. Mediante un sistema de grabación analógico la aguja trazaba surcos sobre el disco en forma de espiral.

L y A: ¿Hacia dónde girabas? ¿De dentro hacia fuera? ¿De fuera a dentro? ¿O según tu grado de ebriedad?

G: Habitualmente giraba desde el exterior hacia dentro. Excepto en Francia. Todo el mundo sabe que los franceses se creen especiales, así que ellos me hacían girar de dentro a fuera.



L y A: ¿Cómo conseguiste tu popularidad? ¿Regalaban uno como tú si comprabas dos paquetes de Phoskitos?

G: La clave de mi éxito fue que todos los cantantes prefirieron grabar su música en mí antes que en los anticuados cilindros del fonógrafo.

L y A: Ahora cuéntenos su evolución a lo largo del tiempo. Las etapas por las que pasó, los distintos romances que mantuvo…

G: Mira, con el paso de los años los suizos, aquellos que sólo saben hacer relojes y chocolate, decidieron inventar pequeños gramófonos portátiles, para poder llevar la música a todas partes. Eso supuso una gran ventaja, ya que desde entonces no había problemas para escuchar música en todas partes.
Pero hubo un momento clave en mi vida, y esos fueron los años 20, con la llegada de la electricidad. Se sustituyó la bocina que amplificaba el sonido por un sistema de reproducción electromagnético, lo que permitía controlar el volumen.

L y A: Saque un poco de orgullo y díganos: ¿qué ventajas ofrecías sobre el fonógrafo?

G: La primera y más importante ya te la he contado, así que préstame más atención cuando te hable. Te acabo de decir que yo permitía graduar el volumen del sonido, cosa que el fonógrafo era incapaz de hacer. La segunda ventaja más importante es que a través de un único molde de mis discos se podían hacer miles de copias, lo que ayudó a la difusión musical. La otra gran ventaja es que con mis discos se podía jugar al Fresbee con los amigos.

L y A: Entonces deduzco que no tiene ningún inconveniente. Eras algo así como Superman, ¿no?

G: Pues mira, así pensaba yo cuando era joven, en mis tiempos mozos. Con la edad te das cuenta de que no todo es tan bonito. Me cuesta reconocerlo, pero a cambio de un bocadillo de polvorones te lo cuento.

L y A: O hablas o te fustigo.

G: Bueno va. Con el fonógrafo cada dueño podía grabar sus propios cilindros, e incluir en ellos cualquier sonido o conversación. Hasta el dulce cantar del estornino podían grabar. En cambio yo necesitaba de profesionales para realizar esta acción.

L y A: Buen hombre, ha llegado el momento de la despedida. Hasta nunca.

G: Por favor, esperad. Sois la primera visita que recibo en dieciséis años. Quedaos un rato más; os contaré un chiste si quereís.

L y A: Venga, aligera.

G: Se encuentra el padre a su hijo con heridas y magulladuras visibles en brazos y cara, como de haber sangrado, y le pregunta:
Padre: Hijo, ¿qué te ha pasado?
Hijo: Nada, que me he caído con la bici y…
Padre: Pero hijo, si tú no tienes bici…
Hijo: Bueno, es que en realidad me he peleado con mis amigos y…
Padre: Pero hijo, si tú no tienes amigos…
Hijo: Bueno, en realidad es que estaba nadando en la piscina y…
Padre: Pero hijo, si no tenemos piscina…
Hijo: Mira papá, el gato es mío y me lo follo cuando quiero…

L y A: Que desagradable… No queremos oír nada más. Nos marchamos.

G: Siempre os llevaré en mi corazón.



Un saludo a todos los espectadores de El Octavo Traste!!!

2 comentarios:

  1. Jajajajaj, nunca imaginé que harías el blog a modo de entrevistas.

    Se me están ocurriendo más ideas que podéis hacer en las próximas entradas, ya os lo contaré...

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  2. Jojojo muy bien Sr.Gramófono muy bien, quiero decirte que simplemente eres una copia de mí, mejorada pero copia al fin y al cabo asique deberías estar mas agradecido y para los entrevistadores cuidadito con mi guardaespaldas que se ha enfadado mucho y se ha equivocado con la medicación¡¡¡
    En fin, me despido.

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