miércoles, 17 de marzo de 2010

En Profundidad: el Fonógrafo

Empezamos este monográfico que ocupará la primera parte del blog con el primer aparato que permitió grabar el sonido para reproducirlo posteriormente.

Demos una calurosa bienvenida a… ¡¡el Fonógrafo!!


(aplausos) (aplausos) (aplausos)





A continuación os presentamos la entrevista transcrita que realizamos (Lara y Adrián) al Sr. Fonógrafo la semana pasada.

Lara y Adrián: Buenos días Mr. Fonógrafo. Estamos muy contentos por tener el privilegio de conversar contigo. Sabemos que tu tiempo es muy limitado.

Fonógrafo: No hay de qué. Me parecisteis dos chicos muy majos y aquí estoy para responder todas vuestras inquietudes.

LyA: Empecemos pues. Mr. Fonógrafo, ¿podría decirnos cuando fue usted inventado?

F: Claro, sin ningún problema. Fue el 12 de agosto de 1877 cuando mi inventor empezó a trabajar en mí, pero no fue hasta noviembre cuando fui presentado en sociedad.

LyA: Y, perdona si somos muy indiscretos pero, ¿quién fue tu inventor?

F: Nada, respondo a esa pregunta a diario. Mi inventor fue Thomas Alva Edison.



LyA: ¿Y cómo empezó vuestra relación?

F: Edison tuvo problemas de oído desde muy joven. Un día, mientras se aburría porque, ya sabes, no escuchaba la televisión, no entendía lo que le gritaban sus padres… decidió fabricar un aparato para poder grabar el sonido y escucharlo posteriormente todas las veces que quisiera hasta que consiguiera entender lo que su entorno le decía.

LyA: Nos han llegado rumores de que eres muy complicado de entender, que te cuesta abrirte a la gente y no eres apto para todos los públicos, ¿qué tienes que decir al respecto?

F: Son simplemente rumores falsos. En realidad, soy un aparato que como puedes observar tengo una lámina de papel de estaño que recubre este cilindro giratorio, y además tengo una aguja que se encuentra en contacto con un disco metálico y me hace cosquillas cuando graban el sonido. Así, si más tarde alguien quería reproducir ese sonido, el disco comenzaba a vibrar, la aguja pasaba sobre los surcos que se habían formado y todos podían escucharlo.

LyA: ¿Cómo has cambiado a lo largo de estos años?

F: En realidad sigo siendo el mismo de siempre. La fama nunca se me subió a la cabeza. Empecé siendo un chico muy sencillo, y mis cilindros eran de cartón con una cubierta de estaño. Más tarde, al llegar a la pubertad me cambiaron los discos por otros de cartón parafinado. Cuando llegué a la mayoría de edad, ya sin la tutela de mis padres, acogí los cilindros de cera sólida que usé hasta el fin de mis días.

LyA: Cuéntanos ahora, ¿hasta dónde llegó tu fama? Sabemos que te hiciste muy famoso en todo el mundo.

F: Esa pregunta sería mejor que la respondiera mi inventor, Thomas. Él mismo nunca intuyó hasta dónde iba a llegar ese invento tan limitado que era yo. No es por ser presumido pero, tengo que reconocer que supuse una revolución a nivel mundial. Todos esos imitadores míos, el CD, el MP3… a todos ellos les abrí yo las puertas. Me deberían estar muy agradecidos.

LyA: Cuáles dirías que son tus puntos fuertes, Mr.Fonógrafo.

F: Esto te lo digo porque estamos en confianza, pero realmente (se acerca y nos comenta al oído), no tengo ninguno. Era todo pura fachada.

LyA: Ahora la pregunta más difícil: tus puntos débiles. ¿En qué aspectos flojeabas?

F: Es muy difícil poder valorarse uno mismo, pero allá voy. Te voy a decir dos puntos en los que creo que yo podría haber sido mejor.

El primero de ellos es que mis cilindros no podían ser duplicados, no había forma de copiarlos y se precisaba de volver a grabar el sonido de nuevo para crear otro cilindro.

El segundo de ellos es que yo no tenía controlador de volumen, por lo que el sueño de Edison de poder oír lo que le decían sus padres, o escuchar los claxons de los coches antes de ser atropellado una y otra vez, no llegó a cumplirse. Pero entiéndeme, todavía no se había inventado la electrónica, no podía pedírseme más.


LyA: hasta aquí ha llegado todo. Tu guardaespaldas ya nos está haciendo señales para que abandonemos la sala.

F: Por favor, perdonen sus modales, hoy no se ha tomado su medicación.

LyA: Perdonado queda mientras no nos rompa las piernas. Un placer Mr. Fonógrafo.

F: El placer es mío. ¿Quieren que les firme un autógrafo?

LyA: pues no, la verdad es que no.

Un saludo a todos los espectadores de El Octavo Traste!!

3 comentarios:

  1. Sr.Fonógrafo por su puesto que le estamos muy agradecido, yo por lo menos ya que gracias a usted soy muy famoso. Así pues espero que se me haga una entrevista algún dia para dejar el liston bien alto.
    Se despide un gran admirador.

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  2. vale todo muy guapo pero sobre el gramófono que pasa ke no ai nada?¿

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  3. Sobre el gramófono tienes otra entrada dedicada especialmente a él

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